Para vosotras...

Nadie puede hacer que te sientas inferior, si TÚ no se lo permites.

Este blog está dedicado a todas esas mujeres que día a día habéis sufrido y estáis sufriendo la violencia de género.

Para aquellas mujeres que a pesar del miedo seguís levantándoos cada mañana, para aquellas mujeres que a pesar de los insultos, de los golpes, de las violaciones, de vuestros moratones, de las cicatrices... de esas cicatrices que tantas y tantas veces no se ven pero que siguen ahí...

Para aquellas mujeres que queréis seguir luchando por sobrevivir en ese infierno al que tú llamabas AMOR.

FUERZA! NO ESTÁIS SOLAS

lunes, 27 de agosto de 2012

Mujeres Afganas en la cárcel por "delitos morales"




Yasmín ya sabe lo que hará cuando salga de la cárcel de mujeres Badam Bagh, en Kabul (Afganistán): “Iré a casa de mis padres, cogeré un bote de pastillas y me mataré”. Es una de las cerca de 70 reclusas condenadas en esta cárcel por los denominados “delitos morales”, que incluyen la huida del domicilio —en muchos casos, huyendo del maltrato— y el delito de zina, o sexo fuera del matrimonio.
Su historia suena casi con las mismas palabras que la de la mayoría de condenadas por estos delitos: matrimonio forzado, maltrato, abusos, huida y condena. En algunas ocasiones, también hay un novio de por medio. Es la historia de unas 400 jóvenes y niñas en todo el país, segúnHuman Rights Watch. Solo cambian la cara y el nombre.
Mamem Bahara, de 18 años, atraviesa con parsimonia el patio de la cárcel, en el que gotean unas camisolas de manga larga y unos cuantos niños descalzos que lloran al unísono se esconden tras sus madres.
Es la mayor cárcel de mujeres de Afganistán, pero por las edades de las reclusas parece un instituto. “Y es la mejor equipada”, explica Tariq Sonnan, de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito(UNODC, en sus siglas inglesas), que trabaja con mujeres reclusas desde 2008. “La mayoría de las presas están en la cárcel por ‘delitos morales’, y algunas de ellas son víctimas de abusos”, añade. Badam Bagh significa “jardín de almendras”. Amargas.
A Mamem la sacaron del colegio para casarla con un hombre de 40 años. Dice que quería estudiar Periodismo y que era buena en la escuela. Cuando se comprometieron, no sabía que su marido tenía hijos. Fue un matrimonio forzado, en el que aguantó dos meses.
—¿Por qué estás en prisión, Mamem?
—Por huir.
—¿De tu casa?
—De mi marido.
—¿Cómo era?
Pone cara de asco.
—Viejo, feo... horrible —se ríe.
—¿Te pegaba?
Duda un momento y responde.
—Me pegaba siempre.
Por favor, sigue leyendo este artículo en el siguiente enlace:

domingo, 26 de agosto de 2012

Mujeres Libres



Congreso Nacional de "Mujeres Libres": El 20 de agosto de 1937 comienza en Valencia (Valencia) el Congreso Nacional de "Mujeres Libres". En este primer congreso de la organización anarcofeminista asistieron delegaciones de Barcelona en representación de 28 agrupaciones barcelonesas, Aragón, en nombre de dos agrupaciones, Lleida, en representación de siete agrupaciones; Guadalajara, en representa
ción de 25 agrupaciones, así como delegaciones de las agrupaciones de Utiel, Horch, Girona, Sadurní d'Anoia (sin Santo), Alcoy, Yebra, Igualada, Mondéjar, Elda, Alginet y Almería. En este congreso se estructuraron las bases definitivas de la organización, dividida en agrupaciones locales, provinciales y regionales con sus consiguientes comités provinciales y regionales. En el ámbito estatal se acordó la constitución de un Comité Nacional y de un Subcomité Nacional para facilitar la tarea del primero. Este Subcomité se constituyó en seis secretarías diversas: Secretaría General; Organización; Político, Economía y Trabajo; Propaganda Cultural y Prensa, y Asistencia Social (Ayuda Moral al Combatiente). En este congreso se constituyó la Federación Nacional de "Mujeres Libres", estableciéndose definitivamente las bases federativas de la organización. El congreso afirmó el principio de independencia y de autogestión de las diversas agrupaciones estableciendo que las agrupaciones podían federarse entre ellas en los ámbitos local, provincial, regional y nacional. El objetivo inicial de "Mujeres Libres" fue la emancipación de la mujer y su captación para el movimiento libertario. La organización consideró siempre como su finalidad primordial la liberación de la mujer, y en especial de la mujer obrera, de la triple esclavitud que recaía sobre ella: esclavitud de la ignorancia, esclavitud como productora y esclavitud como mujer . Asimismo, durante la guerra, la organización asumió la tarea de incorporar a la mujer a la producción. La Federación Nacional de "Mujeres Libres" editó una publicación, Actividades de la Federación Nacional de Mujeres Libres, y tenía también el proyecto de formar una Confederación Internacional de agrupaciones de "Mujeres Libres" que recibió el apoyo de un buen número de simpatizantes y de grupos extranjeros.





Mujeres de sabiduría y poder

Tratado de adhesión!

Obreros observan a una mujer hace décadas


Tratado de adhesión


Se está hablando bastante, y presumiblemente se hablará mucho más cuando la difusión de la obra se extienda, de la película Femme de la rue (Mujer de la calle) que en Bruselas y con cámara oculta ha rodado Sophie Peeters. Para su proyecto de fin de carrera esta joven belga, estudiante de cinematografía, ha decido contar lo que, por el simple hecho de ser mujer, tiene que soportar cotidianamente en las calles de su barrio; los insultos, comentarios obscenos y acosos varios a los que la someten, un día sí y otro también, hombres que no soportan que vaya sola por la calle, que se vista como le apetece; que ejerza, en definitiva, con naturalidad sus prerrogativas y sus derechos de persona y ciudadana libre. Para el machismo esa libertad no existe, las mujeres no pueden vivir como les place, y cuando lo intentan hay que hacerles, como a Sophie Peeters, la vida imposible. La película es, en este sentido, extremadamente elocuente e impactante. Tanto, que las autoridades de Bruselas ya han reaccionado, anunciando medidas como la de imponer multas a los acosadores.
Que el molestar, insultar o agredir verbalmente a una mujer por la calle forme parte de las conductas incívicas sancionadas por una ordenanza municipal, me parece una medida necesaria. Y al mismo tiempo, precisamente por su condición de necesaria, resulta desoladora y deprimente. Que haya que multar el machismo en la calle da la medida de la magnitud del problema; del aún precario estado de la condición femenina en nuestras sociedades; de los niveles de discriminación que las mujeres todavía padecen; y de la estruendosa insuficiencia del empuje social y político aplicado a consolidar una auténtica igualdad de género.
Ese machismo desatado, explícito, que recoge la película de Sophie Peters, constituye un indicador más de que, desde luego, no mejoramos en esta materia. Una evidencia más de que ni la violencia ni las discriminaciones contra las mujeres retroceden, de que en muchos ámbitos no van a menos sino a más (la mayoría de los agresores filmados en Femme de la rue son jóvenes) y aprovechan cualquier debilidad del momento o del tejido social para extender y enraizar su nefasta influencia (la crisis parece estar frenando las denuncias de malos tratos).
La experiencia de Sophie Peeters no es única; la comparten infinidad de mujeres de todas partes. Pero creo que resulta particularmente significativo que esa película y los hechos que la motivan se desarrollen en la capital de Europa. Ese escenario es otro indicador de la escala del problema y, por ello, del marco desde donde hay que abordar su solución.

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